Los Príncipes cómplices
Oviedo, P. R.
Transmiten la imagen de una pareja cómplice. Don Felipe y doña Letizia llegan hoy a Asturias para participar en los actos de entrega de los premios que llevan el nombre de su título. Llevan cuatro años casados y el viernes será la tercera vez que la Princesa, ovetense de nacimiento, se siente junto a su esposo en el escenario del teatro Campoamor. Hace sólo cinco años, Letizia Ortiz Rocasolano preparaba el viaje con sus compañeros de TVE para hacer la información de los galardones. Unos días más tarde, la periodista decidía dar un giro en su vida y marcar un antes y un después. Eligió un príncipe y eso la convirtió en princesa. Letizia siempre ha sabido adaptarse a las circunstancias, dicen quienes la conocen. Y en este corto tiempo ha habido de todo, felicidad y dolor. Asegurada la línea de sucesión al trono -la pareja tiene dos hijas, Leonor, de 3 años, y Sofía, de 1-, asentado su papel como esposa del Príncipe y olvidados los malos momentos de dos embarazos difíciles, doña Letizia, recién cumplidos los 36 y con algún retoque que mejora su perfil, vive un 2008 sin más cruces que las habituales en su cargo. Ha preparado con ganas este viaje. Volverá a mostrarle a su esposo el Colegio la Gesta, en el que estudió pero, en esta ocasión, en visita principesca y no como cuando todavía eran novios y sólo contemplaron la fachada.
Durante los próximos tres días, doña Letizia no podrá despertar a sus hijas, darles el desayuno y llevar a Leonor al colegio, algo que hace habitualmente, a veces acompañada de don Felipe. Son unos padrazos, dicen las personas de su entorno. Y les cuesta separarse de las niñas.
Llegarán hoy a las 20.30 horas y visitarán, en el palacio Conde de Toreno, la exposición «Cruces del Arte», en la que nueve artistas asturianos contemporáneos homenajean las cruces de los Ángeles y de la Victoria en el año 2008, en el que Asturias conmemora algunos de los acontecimientos históricos que son su seña de identidad. Se cumple el 1200 aniversario de la Cruz de los Ángeles, el 1100 de la Cruz de la Victoria, el 400 de la Universidad de Oviedo y el 200 de la declaración de guerra a las tropas napoleónicas por parte de la Junta General del Principado.
Don Felipe y doña Letizia han reservado la cena de esta noche para ellos. Tal vez elijan hacerla en algún restaurante de la ciudad, como ya lo hicieron de novios, o prefieran la intimidad del hotel de la Reconquista en el que se alojan.
Su actividad institucional comienza pronto mañana, a las nueve y media de la mañana, con la visita a la Gesta. A las 11 iniciarán las audiencias en el hotel. Doce, en total. La última, a las 18.20 horas.
Los dos dedican tiempo a su trabajo. Bien sea audiencias, viajes o visitas. Manejan un montón de información previa, se plantean cuestiones y llegan a conclusiones que les permiten mantener una conversación sobre los asuntos que se traten en el momento. Manejan todo tipo de datos: económicos, demográficos, culturales y sociales. Don Felipe siempre ha tenido fama de preparar a fondo estas cuestiones y doña Letizia suma. Como periodista, es curiosa y perspicaz. Ha conseguido que el Príncipe mejore su dicción y el tono de sus discursos. Se trata de transmitir el mensaje que corresponde, para que los que lo reciben se sientan bien y valoren positivamente el encuentro. Tras el comentario «están muy enterados, saben lo que preguntan» que suelen hacer algunos al finalizar la entrevista, hay bastante trabajo hecho.
En esta ocasión, los Príncipes recibirán a los premiados con las Medallas de Asturias 2008; los premios fin de carrera de la Universidad de Oviedo 2007; medios de comunicación de Asturias; Federación de organismos de Radio y Televisión Autonómica «FORTA»; Asociación de Ayuda a personas con Parálisis Cerebral ASPACE Oviedo; ganadores del concurso «Ellos fueron como tú» y Junta rectora de la Fundación Laboral de la Construcción del Principado.
Breve descanso para comer y a partir de las cinco de la tarde otras cinco entrevistas: Club Asturiano de la Innovación, Colegio de Educación Especial «Don Orione» de Posada de Llanes, Asociación de Jóvenes Empresarios del Principado; Asociación Española de Dirección y desarrollo de Personas (AEDIPE) y Asociación de Escritores Noveles de Gijón.
A las 19.30 horas asistirán, en el auditorio Príncipe Felipe» al concierto de clausura de la Semana de Música que organizan, conjuntamente, la Fundación Príncipe de Asturias y Cajastur. Gustavo Dudamel, una de las batutas de mayor proyección internacional, dirigirá a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, acompañada del Coro de la Fundación Príncipe de Asturias. Interpretarán la Sinfonía nº 2 de Do menor «Resurrección» de Mahler.
La jornada continuará con la ya tradicional cena con los patronos de la Fundación Príncipe de Asturias que, en esta ocasión, se celebrará en el Gran Hotel de Las Caldas.
Serán sus terceros premios como Princesa y probablemente los más serenos. Viene a disfrutarlos. El viernes, como hace siempre, se incorporará al séquito la Reina, una de las personas que más la ha ayudado en adaptarse a su nueva vida. En el libro «Doña Sofía, la Reina habla de su vida», publicado recientemente por los periodistas Carmen Enríquez y Emilio Oliva, la princesa habla de su suegra. «Es una persona todo corazón, maravillosa. Conmigo, desde el primer día se ha comportado como una madre, de una forma muy sencilla, muy fácil. Me lo había dicho el Príncipe, que adora a sus padres, pero yo nunca hubiera podido imaginar que fuera a tener en ella el apoyo tan absoluto que he tenido y que tengo, y el cariño que me demuestra día tras día».
Los elogios son mutuos. Doña Sofía, en el mismo libro, describe a su nuera como una persona «muy inteligente, que sabe perfectamente lo que tiene que hacer». Y añade: «Quienes critican el matrimonio de un príncipe con una periodista tienen una forma muy antigua de pensar. Casarse con personas de fuera de este círculo es bueno».