«Estoy convencido de que nos mantendremos en el camino del rigor y la independencia»

Oviedo, P. R.

Matías Rodríguez Inciarte, presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, analiza –mediante cuestionario– algunos de los aspectos más relevantes de «la semana de los premios», que se inicia hoy con la llegada de los primeros galardonados.

–La 30.º edición de los premios «Príncipe» será la primera de Teresa Sanjurjo como directora. ¿Cómo se está viviendo el relevo desde la institución?

–El relevo se ha realizado de una manera que me atrevería a calificar de ejemplar. La nueva directora está desarrollando un gran trabajo y con entrega incondicional. En los nueve meses que lleva en el cargo, Teresa Sanjurjo ha asumido rápidamente, con mucha dedicación e ilusión, su alta responsabilidad. Cree firmemente en los fines fundacionales y ha puesto todas sus capacidades profesionales al servicio de la institución.

–En estos últimos meses, usted ha hablado de la necesidad de recortar gastos y mantener una política de austeridad en la Fundación, acorde con los tiempos. ¿En qué aspectos se ahorrará dinero? ¿Ha disminuido la aportación de los patronos?

–Es indudable que la crisis económica ha afectado intensamente al conjunto del país y la Fundación tiene que actuar de acuerdo a estas circunstancias. Hemos llevado a cabo un examen detenido de todos los aspectos que rodean las actividades que organizamos y, en concreto, los actos relacionados con la ceremonia de entrega de los premios, que supondrán ahorros significativos, sin que su calidad y prestigio se vean afectados. La Fundación se nutre, sobre todo, de las aportaciones de los miembros del Patronato Príncipe de Asturias, órgano honorífico de carácter consultivo, y de los miembros protectores. Diversas instituciones, muy principalmente asturianas, contribuyen también de forma muy generosa. Agradecemos mucho que, en estos momentos difíciles, se hayan mantenido sustancialmente estas aportaciones.

–¿Qué le preocupa de cara al futuro de la institución?

–Estoy convencido de que, si seguimos trabajando en la misma línea, seremos capaces de mantenernos en el camino del rigor y la independencia, pilares básicos para una Fundación como la nuestra. No obstante, la institución ha de saber evolucionar, sin perder su identidad, para adaptarse a nuevas circunstancias y a nuevos tiempos.

–En las últimas reuniones del Patronato se han notado algunas ausencias importantes para la institución. ¿Detecta algún problema o desacuerdo? ¿Cree que su trabajo en el Banco de Santander puede perjudicar de algún modo la imagen de la Fundación Príncipe de Asturias?

–No es esa mi impresión. Los miembros de los distintos patronatos acuden con regularidad a las reuniones. En cuanto a mi posición como presidente es, naturalmente y al igual que los demás miembros del Patronato, de una gran independencia al servicio único de los fines de la fundación. Tengo una excelente relación personal con todos.

–¿Hay previstas nuevas incorporaciones al órgano de gobierno?, ¿puede avanzar algunos nombres?

–La renovación del Patronato está prevista en los estatutos y se realizará cuando corresponda. Queda aún algún tiempo; es pronto para avanzar en criterios o en nombres.

–¿Qué destacaría de la actual edición de los premios?

–Me gustaría hacer hincapié en la solidez del conjunto que conforman los premiados de este año. Destacaría de ellos su inteligencia, tenacidad y compromiso puestos al servicio de la humanidad.

–¿Se encuentra cómodo en la presidencia? ¿Qué es lo que resulta más fácil y más difícil del cargo?

–Presidir una institución tan prestigiosa como ésta es un alto honor. Me produce también una satisfacción especial contar con el apoyo institucional del Príncipe de Asturias, cuyo permanente interés por el desarrollo de las tareas de la Fundación es un gran motivo de estímulo. Además, tengo la suerte de contar con un equipo de gran dedicación y profesionalidad.

–¿Qué cree usted que debe caracterizar a la ceremonia de entrega de los galardones en estos nuevos tiempos? ¿Debe modificarse algo?

–Es un acto solemne que se ha mantenido a lo largo de los años sin grandes transformaciones. Soy partidario de continuar en esta trayectoria. Es una fórmula que funciona y que atrae y engancha a todos cuantos asisten al acto por primera vez.

–¿Qué puede aportar en estos momentos la Fundación Príncipe a Asturias y a España?

–La Fundación Príncipe de Asturias ofrece una excelente imagen internacional para Asturias, y por supuesto para España, como un país preocupado por la cultura, la ciencia, la libertad y la concordia.

–¿Qué siente cuando un «Príncipe» gana un Nobel?

–Una enorme alegría por el premiado y una gran satisfacción porque el que una institución tan prestigiosa coincida con nuestro jurado es un signo de acierto. Es algo que ha ocurrido ya con quince de nuestros galardonados. El caso más reciente, el de Mario Vargas Llosa, nos llena de orgullo.