Una selección de 10

Oviedo, Mario D. BRAÑA

Sergio Ramos, que juega sus partidos con la selección española con una vistosa muñequera con la bandera rojigualda, no quería perderse la ceremonia de entrega del premio «Príncipe de Asturias» de los Deportes. Por eso, una vez confirmada su ausencia por lesión en el Real Madrid-Racing, se apuntó al vuelo gestionado por el presidente madridista, Florentino Pérez, para traer y llevar a Casillas en pocas horas. Con Ramos fueron finalmente diez los jugadores que representaron a los 23 mundialistas, junto al seleccionador, Vicente del Bosque.

Curiosamente, el primer jugador en llegar a Oviedo fue el que vive más lejos. Pepe Reina, portero del Liverpool, viajó el jueves por la noche desde Nápoles, donde jugó un partido de competición europea con su equipo, hasta el aeropuerto de León, y acabó en su habitación del hotel de la Reconquista sobre las 3 de la mañana. Se levantó casi a las 12 del mediodía y, antes de asistir a la recepción junto al presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, reconoció, a diferencia de otros compañeros, que lo había tenido muy fácil para asistir.

«El club se ha portado muy bien conmigo», destacó el guardameta, que ni siquiera tuvo que plantear sus deseos al Liverpool:_«La Casa Real se puso en contacto con el club, que siempre ha tenido muy buena disponibilidad». Reina, suplente de Casillas en los últimos años, pero con un gran protagonismo en las celebraciones públicas, se puso serio para la ocasión:_«Es un premio muy especial para cualquiera», en referencia a los valores que el jurado ha reconocido al grupo dirigido por Del Bosque:

«Ese espíritu de superación, esa humildad, esa entrega y ese compañerismo hace que la selección se sienta muy orgullosa».

Poco antes de las cuatro de la tarde asomó el jugador español más mediático, Iker Casillas, que tras la foto protocolaria atendió junto a Sergio Ramos a la nube de periodistas en el exterior del hotel. «La fecha no era muy buena, pero al final la representación que hay aquí es amplia, de todos los equipos, y no hay que darle más vueltas», destacó el capitán de la selección. Mientras, Ramos aportó una visión más sentimental: «Es un día feliz y todos los españoles debemos sentirnos orgullosos porque la selección de nuestro país reciba un premio tan importante, con una repercusión tan grande, y que seamos la segunda selección que lo recibe», en referencia a Brasil, premiada en 2002 tras conseguir su quinto título mundial.

El goteo de mundialistas continuó con los de la Comunidad Valenciana, los jugadores del Villarreal Marchena y Capdevila, y el asturiano del Valencia, Juan Mata, que logró permiso de su club pese a que también hoy tiene partido. Mata, nacido en Burgos, quiso estar en la ciudad donde se crio porque «aún recuerdo trabajos hechos sobre los premios en el que era mi colegio, La Gesta 1, y las galas por televisión. Es muy especial vivirlo en primera persona. Para mí que me he criado en Oviedo y he vivido muchas veces el ambiente de la ciudad en el momento de la ceremonia de los premios es muy especial poder vivirlo en primera persona».

Fernando Llorente y Javi Martínez, del Athletic de Bilbao, viajaron por carretera tras el entrenamiento, mientras que Jesús Navas, del Sevilla, y el barcelonista Xavi Hernández, ambos lesionados, fueron los últimos en llegar a Oviedo. Xavi, ajeno a la polémica por la decisión de su entrenador, se trasladó en un vuelo privado fletado por la Fundación Príncipe junto a Manel Estiarte, relaciones externas del Barcelona y que este año se estrenó como presidente del jurado del premio «Príncipe de Asturias» de los Deportes, en sustitución del fallecido Juan Antonio Samaranch.