Flores verdes recordando los paisajes del Principado

Originales composiciones con predominio del rojo, espectaculares estructuras en forma de columna o pesados adornos colgantes. La decoración floral del escenario del teatro Campoamor constituye el elemento más dinámico de su aspecto durante la ceremonia de entrega de los premios «Príncipe». Cada edición el diseño varía y sorprende a los espectadores por su monumentalidad y originalidad.

El verde ha sido el color elegido para este año. Desde tonos muy suaves como el verde agua hasta otros más intensos como el verde limón, la variedad floral de las esculturas de este año repasa una gama muy amplia de diferentes variedades de este color. Pero, además, la creación ornamental pensada para este 2011 pretende ser «una alegoría asturiana», como asegura Javier de la Roza, gerente de la empresa ovetense 4Frebes, encargada del trabajo. Él tiene cierta libertad a la hora de proyectar la ornamentación floral del evento. «Los criterios técnicos son mi responsabilidad», asegura. Sin embargo, siempre debe moverse dentro de unos parámetros generales marcados por la Fundación Príncipe de Asturias, que, lógicamente, se muestra estricta para salvaguardar el carácter protocolario del evento así como su correcto desarrollo.

«Ellos marcan esos parámetros, que incluyen cuestiones lógicas como que los diseños no se repitan, que se respete el protocolo del acto y que el espacio no quede demasiado angosto», proclama De la Roza. De hecho, respecto a la amplitud del lugar, las estructuras florales, aunque destacan por ser imponentes en algunos casos, nunca saturan el escenario y siempre están dispuestas de forma que permitan el libre tránsito necesario para el desarrollo de una entrega de premios tan concurrida.

Como en las ediciones anteriores, la variedad de especies que se utilizan este año es enorme. Destacan algunas como las Orientales, Longiflorum, Anthurium, Cymbidium, Dendrobium, Alstroemerias, Thlaspi, Malus, rosas o Ammi Majus.

Javier de la Roza lleva gestando este proyecto, al igual que el de cada edición de la ceremonia, mucho tiempo en su cabeza. «Me paso todo el año pensando en diferentes opciones y para mí es algo muy estimulante», señala el especialista en diseños florales, que reconoce que «los premios "Príncipe" son el escaparate de Asturias y, desde este punto de vista, para mí suponen una satisfacción, un orgullo y también una gran responsabilidad».

También con antelación se inician las tareas de montaje de las estructuras, que este año alcanzarán unos cuatro metros de altura. Habrá varios módulos diferentes, que suman varias toneladas de peso en total. Todo ello añade complejidad a su transporte e instalación en el teatro.

Las labores de montaje en sí se iniciaron quince días antes de la ceremonia de hoy. La primera parte del trabajo consiste en ensamblar las estructuras y soportes donde irán colocadas las flores. La estructura se lleva por partes al teatro pocos días antes de la ceremonia y se termina de ensamblar en su exterior.

Finalmente, se instalan en su lugar correspondiente los soportes y se colocan las flores, todas ellas con una probeta que les proporciona y dosifica agua. Este año, aproximadamente tres mil tallos lucirán encaramados en las imponentes estructuras. Han llegado de diferentes lugares, aunque, en su mayoría, proceden de Holanda. Se transportaron en camiones frigoríficos para su perfecta conservación y cada especie llegó en su momento justo, pues algunas requirieron un período de hidratación antes de ser trabajadas y otras pudieron ser manipuladas al poco de llegar a Oviedo.

Diez trabajadores de la empresa se han encargado de llevar a cabo el original proyecto diseñado por Javier de la Roza. Ahora sólo queda disfrutar del mismo, in situ o por televisión, ornamentando una ceremonia para el recuerdo.