«El premio al ´Pueblo ejemplar´ acaba con las dudas sobre la asturianía de San Tirso»
«Espero que los vecinos sepan aprovechar el galardón y sirva para entender la cultura tradicional como un elemento de desarrollo rural»
El teléfono de Ángel Prieto no para de sonar desde el lunes. Y es que todo el mundo quiere trasladarle la enhorabuena por el reconocimiento que ha recibido la comunidad vecinal de San Tirso de Abres, a la que la Fundación Príncipe de Asturias ha premiado como «Pueblo ejemplar» de Asturias 2011. Prieto preside desde julio de 2002 el colectivo «San Tirso del Eo», una asociación cultural que, entre otras actividades, se dedica a la recuperación de la cultura tradicional de la comarca occidental. El colectivo es, desde hace cuatro años, el impulsor de la candidatura santirseña a este premio, que entregarán en persona los Príncipes de Asturias el próximo octubre. En los dos últimos años, San Tirso resultó finalista y ahora, por fin, cuando Prieto empezaba a perder la ilusión, se ha alzado con el galardón.
-¿De quién se acordó cuando recibió la llamada de la Fundación?
-De todas las personas que han colaborado con la asociación a lo largo de los años, algunas ya fallecidas.
-El premio no recaía en un concejo de Occidente desde 2004, en que se reconoció a Villar de Vildas. ¿Ha tardado demasiado?
-Que venga a Occidente después de siete años es llamativo, sobre todo porque la gente se empezaba a cansar de que nunca recayera en la comarca occidental, pero es cierto que el jurado es soberano y en este sentido las candidaturas han de ser premiadas más allá de la disposición geográfica por comarcas. Pero es verdad que a todos nos satisface que haya vuelto a Occidente.
-¿Qué supone este premio para San Tirso de Abres?
-Para los vecinos supone un reconocimiento muy grande. Sobre todo para las personas mayores que trabajaron en la agricultura y la ganadería de subsistencia. Ahora, en los últimos tiempos, en esta vida más contemporánea se esfuerzan en transmitir la cultura tradicional como potencial turístico y a los centros educativos y a la población infantil. Creo que es un reconocimiento a esa labor.
-¿Qué consecuencia a largo plazo le gustaría para San San Tirso?
-Espero que el premio pueda provocar varias cosas. Por un lado, que aspectos de la cultura tradicional y sus oficios sean explotados como producto turístico y, por otro, que puedan ser llevados a la pequeña empresa. Es decir, que fomente la creación de empleo y el asentamiento de la población juvenil en San Tirso.
-¿Se logrará ese regreso al pueblo?
-Los jóvenes deberían aprender a vivir en el pueblo. Espero que los vecinos sepan aprovechar el galardón y sirva para entender la cultura tradicional como un elemento de desarrollo rural.
-¿Es posible que el premio logre todo eso?
-Es posible, hay formas de crear empresa basadas en la cultura tradicional. La agroalimentación, por ejemplo, y los oficios tradicionales esconden oportunidades de creación de empresa que son viables, pero hay que poner empeño, dedicación y creatividad para lograrlo.
-También es una inyección de autoestima para los vecinos...
-Claro, también es algo importantísimo, aunque creo que los mayores ya habían reforzado su autoestima gracias a los niños. Y es que las personas mayores vieron primero cómo su oficio, las labores que desarrollaban durante años, dejaron de importar y, después, gracias al trabajo que hacían en el Grupo de Portadores de la Tradición Oral, han tenido la oportunidad de volver a sentirse importantes. Más de 1.600 escolares de Asturias y Galicia han participado en estas recreaciones. Ahora, tener el reconocimiento de la Fundación Príncipe, que en el fondo es el reconocimiento de la institución social más importante de Asturias, pues no cabe duda que va a ensalzar la autoestima de todos los santirseños.
-El pueblo salió a la calle nada más conocer la noticia dando muestras de una gran unidad. ¿Le enorgullece?
-Como presidente sabía que teníamos esos valores porque es algo que todos demuestran en los actos que preparamos. La de San Tirso es una candidatura salida de lo social y eso se nota en la entrega de la gente, todo el mundo está volcado y la prueba es que no dejo de recibir llamadas de santirseños que se ofrecen para ayudar en lo que sea. La gente sabe que la situación económica es complicada y quieren ofrecer su mano de obra para que el pueblo esté a la altura de las circunstancias para la visita real. San Tirso tiene unos vecinos ejemplares.
-Los vecinos no dejan de repetir que el premio ayudará a poner a San Tirso en el mapa. ¿Es realmente necesario?
-Lo que ha hecho la Fundación es poner a San Tirso en el mapa de Asturias. La Fundación está colocando de manera simbólica la bandera de Asturias en San Tirso y aclarando las dudas históricas de si este territorio pertenece a Asturias o a Galicia. El caso es que las dudas existen e incluso sin salirse de los límites de la comarca Eo-Navia. Esas dudas quedaron aclaradas para la historia y por eso el lunes fue un día histórico para San Tirso.
-Los santirseños siguen teniendo que justificar su asturianía ante el resto de la región...
-El sentir asturiano está siempre palpable, lo que ocurre es que la gente tiene que estar siempre demostrando que es asturiana. Son tres las razones que provocan esta situación: por un lado, la lengua materna, que tiene fuertes connotaciones de gallego; por otro lado, el hecho de que la vía de acceso más importante por carretera nacional a San Tirso viene a través de tierras gallegas, y, en tercer lugar, el alejamiento del centro, no se puede olvidar que estamos a dos horas de Oviedo. Por todo ello, los santirseños tenemos que estar constantemente reafirmándonos y diciendo que somos asturianos. Es curioso que eso no le pase a la gente de Ibias, a la de los Oscos, a la de Castropol o la de Peñamellera Alta, pero sí a la de San Tirso. El lunes se derramaron litros de sidra y las banderas de Asturias ondeaban por todos lados.
-Tampoco quiere decir que San Tirso tenga por qué llevarse mal con la vecina Galicia...
-En absoluto. El Eo nunca separa sino que une, los pueblos de la cuenca baja del Eo somos todos hermanos y respiramos el mismo aire y bebemos la misma agua. Somos vecinos.
-En 2005 fue muy polémico el apoyo del colectivo que preside para que la tradición oral galaico-portuguesa fuese considerada como Patrimonio Inmaterial por la Unesco. Algunas voces cuestionan el premio que acaban de recibir por aquella propuesta. ¿Es incompatible?
-En todo momento la asociación buscó dignificar la cultura tradicional más allá de las fronteras administrativas regionales, que es como creo que hay que entender la cultura de los pueblos.
-¿Considera que los políticos deberían tomar nota de esa llamada de atención de la Fundación hacia los pueblos geográficamente más aislados?
-Digamos que tendría cabida reforzar en todos los ámbitos la vida rural de las alas asturianas, tanto la occidental como la oriental.
-El premio tiene una cuantía de 25.000 euros, quizás insuficiente para plantear actuaciones de envergadura...
-Para mí la cuantía económica es totalmente secundaria. El gran reconocimiento del pueblo fue la distinción que recibimos y será en su momento la visita de los Príncipes, por lo que, insisto, el premio económico, en este caso, es lo de menos.
-Pero no se puede dejar al margen que en tiempos de crisis el galardón puede ser positivo para la economía del concejo...
-En concepto de proyección y de difusión está claro que puede ayudar.
-Para la asociación también el premio marcará un antes y un después, ¿no?
-Supongo que sí lo hará. También es un premio a la trayectoria de un colectivo que lleva años trabajando en esa línea de recuperación de la cultura tradicional. El galardón marcará diferencias porque creo que nos ayudará a trabajar, si cabe, con más entusiasmo. Pienso que la sociedad mira también con otros ojos a los galardonados.
-San Tirso quedó por delante de otros candidatos de Occidente como Cepesma o Santa Eulalia de Oscos, ¿qué mensaje les envía?
-Hay que decirles que, con tenacidad, esfuerzo y creatividad, pero sobre todo poniendo a las personas en acción en el medio rural, se puede lograr el reconocimiento.
-Ahora quedan por delante días de mucho trabajo. ¿Cómo se prepara la visita real?
-Pues, sobre todo, de forma coordinada entre las asociaciones que operan en el concejo, el Ayuntamiento y la Fundación Príncipe. Hoy mismo -por ayer- tenemos la primera reunión.