Royal Society, 350 años de saber revolucionario
El jurado destaca «los vínculos entre ciencia, humanidades, sociedad y política» de la Academia más antigua del mundo, que tiene a 75 premios Nobel entre sus 1.500 miembros
La Royal Society británica, la comunidad científica más antigua del mundo -tiene 350 años de historia-, ligada a nombres como Newton, Darwin y Albert Einstein y cuyo lema es «No confíes en la palabra de nadie», es desde ayer premio «Príncipe de Asturias» de Comunicación y Humanidades. El jurado, presidido por Manuel Olivencia, valoró el carácter multidisciplinar de la institución, «en la que se ponen de manifiesto los vínculos entre ciencia, humanidades, sociedad y política». La candidatura fue propuesta por Rafael Puyol, catedrático de Geografía de la Universidad Complutense.
Mil quinientos miembros, entre los que destacan 75 premios Nobel y 9 premios «Príncipe de Asturias», elegidos con carácter vitalicio y bajo criterios de excelencia científica, componen una institución que cumple tres objetivos fundamentales: ser la Academia Nacional de Ciencias, ser una sociedad científica y un organismo de financiación. Su presidente es el bioquímico y Nobel de Medicina Paul Nurse.
La Royal Society sufraga más de 460 becas posdoctorales y 17 cátedras. Cuenta con un régimen de subvenciones para más de 3.000 científicos británicos y del extranjero; organiza conferencias, reuniones y proyectos de investigación, y su biblioteca, con más de 70.000 títulos, alberga una de las colecciones más importantes del mundo de publicaciones científicas de los siglos XVII y XVIII. Además, edita ocho revistas, entre ellas la «Philosophical Transactions», la publicación científica más antigua.
Los Príncipes de Asturias enviaron un telegrama de felicitación al presidente de la institución en el que destacan su protagonismo en «preservar los más destacados logros del pensamiento científico y humano».
«Orgullo y felicidad» sentía ayer el «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica y miembro de la Royal Society, Antonio García-Bellido. «Es la más prestigiosa institución académica, fue fundada en 1660 y está activa desde entonces».
En términos parecidos se manifestó Peter Lawrence, «Príncipe» de Investigación Científica y Técnica. «The Royal Society ha trabajado durante cientos de años para promocionar el valor de comprender nuestro mundo y ha sido una de las organizaciones que han ayudado a liberar a la Humanidad de la hegemonía de lo sobrenatural», señaló.
Ricardo Senabre, uno de los miembros del jurado, destacó la capacidad de adaptación de la Royal. «Es una sociedad no sólo muy antigua sino muy actual, muy activa, que está impulsando las nuevas direcciones de la investigación, la neurociencia y la neurobiología».