Tres reposteros que cuelgan de los palcos destacan en el interior
Dos son cedidos por el cuartel de Cabo Noval, y otro, por el Consistorio ovetense
En la amplia caja escénica del teatro Campoamor también hay cabida para los comunicadores del evento. En este caso se trata de los miembros de la prensa gráfica, que necesitan un lugar cercano y privilegiado desde donde tomar las imágenes de lo acontecido. Esto es posible gracias a que se habilita una tribuna de prensa localizada al fondo del escenario y un tanto escorada hacia la derecha. Desde ahí, los profesionales pueden captar imágenes excelentes de multitud de emotivos e interesante momentos que brinda la ceremonia.
El foso de la orquesta presenta este año una novedad gracias a una nueva tecnología incorporada en las instalaciones del coliseo ovetense. En las ediciones anteriores se tapaba manualmente con grandes tablas. No hará falta esta tarea en esta ocasión, pues ahora un suelo se eleva y cubre el foso mediante un mecanismo.
Fuera del escenario también hay multitud de detalles cuidados con esmero. Elevando la vista es sencillo toparse con los reposteros que cuelgan de algunos palcos. En el que se sitúa la Reina, se pone uno con el escudo de España bordado. Enfrente, en otro palco del primer piso, luce otro con la cruz de Asturias. Ambos reposteros son cedidos por el acuartelamiento de Cabo Noval, que lleva colaborando con la Fundación Príncipe de Asturias en este aspecto desde que comenzaron a entregarse los premios. Muchos de estos paños cuadrados o rectangulares se fabrican para conmemorar acontecimientos, como cuando el regimiento del cuartel regresa tras finalizar una misión.
Otro repostero que destaca en el interior del Campoamor es el que cuelga de un palco de entresuelo y que tiene dibujada la Cruz de los Ángeles. Se trata de una propiedad del Ayuntamiento. Asimismo, unos cuantos más, de diferentes motivos, adornan a su vez el hotel Reconquista durante la jornada. Muchos de ellos se utilizaban antes en el teatro, pero fueron siendo trasladados en posteriores ediciones al Reconquista.
El gusto por el detalle y la perfección llega hasta los exteriores. Lógicamente, la alfombra azul recibirá a los premiados y autoridades a su llegada al coliseo ovetense. Se ha convertido en un elemento tan indispensable como típico de los premios «Príncipe». Asimismo, se cuida el aspecto de la ciudad con especial esmero, adornando los alrededores de la zona con flores y limpiando y puliendo aspecto y detalles del mobiliario urbano.
No se puede escatimar en los preparativos. Muchos miles de espectadores de todo el mundo están pendientes del Campoamor y sus aledaños durante un día. Un día en el que Oviedo y Asturias deben estar a la altura de las circunstancias más que nunca.