Los vecinos se echaron a la calle en cuanto conocieron la distinción
Nada más enterarse de la buena nueva -desvelada a las dos de la tarde- estalló la revolución en el pueblo para preparar una fiesta que se prolongó hasta la noche. No faltó la sidra, los brindis colectivos y, por supuesto, la música y el baile al son de la gaita. También se organizó un improvisado churrasco para los vecinos que, concentrados en la plaza del Ayuntamiento, disfrutaron con su día más especial.
El presidente de la asociación cultural San Tirso del Eo, Ángel Prieto, estaba este año menos ilusionado que en las tres ediciones anteriores en las que el colectivo mantuvo su apuesta por la comunidad vecinal de San Tirso de Abres. El premio es un «reconocimiento a las personas mayores y a la gente del pueblo que lleva años viviendo y trabajando en el mundo rural». Hizo hincapié en la fortaleza de los vecinos que luchan por vivir «en un medio rural apartado y que ahora se han empeñado en transmitir sus conocimientos ancestrales a la población infantil». No en vano, San Tirso del Eo, a través de su grupo de portadores de la tradición oral, trabaja con los mayores del concejo en la organización de actividades de difusión de los oficios y las tradiciones de antaño.
Prieto asegura que el premio no es sólo para San Tirso, sino para toda la comarca Oscos-Eo, que no recibe la visita de los Príncipes desde que en 1997 el galardón recayó en el concejo de Castropol. «El espíritu de los premios se inició con San Esteban de Cuñaba, en el extremo oriental de Asturias, en 1990. Que ahora planten su bandera en el extremo occidental es algo simbólico, porque es el concejo más occidental de Asturias», precisó.
Por su parte la alcaldesa, Goretti Quintana, está convencida de que el premio supondrá un revulsivo para los tiempos de crisis: «Tiene un potencial añadido que es la promoción y proyección que vamos a hacer de nuestras gentes y nuestro territorio. Nos va a ayudar a promocionar San Tirso y toda la comarca».
Convencida de esa necesaria promoción está la presidenta de la Asociación de Hostelería santirseña, Yolanda Alzu: «Es muy positivo porque nos va a señalizar en el mapa. Es bueno para el turismo, para el pueblo y para todos. Quiere decir que las cosas se están haciendo bien». Y añade que los turistas también tienen su parte de mérito en el galardón: «Son clientes fieles y se sienten partícipes de esta gran noticia, el pueblo también se construye gracias a ellos».