Cohen: «Siento simpatía por los ´indignados´, nadie puede abstraerse de la situación»
El autor canadiense reflexionó ayer en Oviedo sobre sus gustos, su obra, la actualidad y desveló detalles de su nuevo disco, «Viejas ideas» - «Estoy influenciado por la cultura española: Lorca fue el primer poeta que me invitó a vivir en su mundo, y el flamenco me tocó inmediatamente»
Leonard Cohen saludó con su espectacular voz profunda. Se le escuchaba como en uno de esos recitados de sus canciones. Bromeó en seguida ante el trasiego de reporteros: «Hay muchos fotógrafos y pocos periodistas», dijo. Y, siempre con esa voz en salmodia, pidió disculpas por no dirigirse en español: «Estudié francés, pero nunca llegué a hablarlo; también hebreo y griego, y tampoco lo conseguí. Con el español ya no lo intenté. Estoy encantado de venir a España. Como saben estoy influido por la cultura española». Así abrió ayer en Oviedo el premio «Príncipe de Asturias» de las Letras su comparecencia ante los medios de comunicación.
Y en la conversación hubo muchos momentos para centrar sus vínculos con España, un tema en el que se extendió para hablar de guitarras mediterráneas, del flamenco y de Lorca: «Cuando leí a Lorca (leí una traducción pero me dicen que está bien traducido), yo tenía 15 años, que no es demasiado joven para un escritor. Se han hecho muy buenos trabajos al final de la adolescencia. Cuando lo leí vi un paisaje familiar. No me parecía que correspondiera a ningún tipo de literatura tradicional. Era un paisaje muy cercano al silencio. Fue el primer poeta que me invitó a vivir en su mundo. Tenía un gran significado en la adolescencia. Era el mundo que yo quería buscar. Hasta el punto de que cuando nació mi hija le pusimos Lorca», explicó Leonard Cohen con la pasión que se le suponía por el poeta granadino. Y siguió embelesado con la cuestión española: «Mi primera guitarra no tenía ni etiqueta. La compré en una tienda en Montreal. Andaba regular de cuerdas. Para tocar ciertos acordes mis dedos sufrían. Fue cuando un amigo mío compró una guitarra Ramírez, que era mucho mejor. Entonces empecé a tocarla. Me gustaba escuchar flamenco, cada vez que me enteraba iba a cafés de Montreal y Nueva York a escuchar flamenco. Fue una música que me tocó inmediatamente».
Hubo un momento durante su intervención para ahondar en su parte musical y para evocar su gira y el incidente que tuvo en Valencia. «Acabo de terminar un nuevo disco, "Viejas ideas". Tiene diez canciones nuevas. He tocado a algunos amigos y les ha gustado», puntualizó. Y en esta línea musical también reveló que le gustaría tener la oportunidad de volver a Valencia a saldar una deuda. «Esa gira de 250 conciertos tuvo una cálida acogida en todo el mundo. ¿Valencia es donde me caí?», preguntó. «Tengo que pedir disculpas; me gustaría volver. Lo siento. No sé lo que sucedió, es la primera vez que no pude completar el concierto», añadió. Hubo también un tiempo durante la charla para tratar asuntos del mundo y sus convulsiones económicas, la posición de los artistas y su influencia. En este sentido mostró su posición con los «indignados». «¿Se refiere a estas protestas que se están produciendo», interrogó para aclarar el término «indignados», ya que se le preguntó si él lo estaba. «Por supuesto, uno siente simpatía por ellos. Tenemos amigos que han perdido el trabajo y lo están pasando mal. No creo que nadie pueda abstraerse de esta situación». Y sobre su posible influencia cultural, evidenció su modestia: «No me veo en esos términos. Siempre eres un absoluto principiante. Cada vez que coges la guitarra ante un papel en blanco empiezas desde cero. No entras a ver si influyes a alguien».
La tendencia mundial a recortar presupuestos en cultura también ocupó minutos de análisis por el autor de «Chelsea hotel»: «Sí, por supuesto. Uno lamenta el que se retiren los fondos a los artistas. Pero creo que las obras saldrán con o sin los gobiernos. No creo que el espíritu de un país dependa de la afirmación concreta de un gobierno. Pero estas cosas del arte saldrán sin el apoyo de los gobiernos», añadió.
No tuvo problemas Leonard Cohen en dar un toque irónico a sus novelas «completamente de ficción: no pierda el tiempo con ninguna de las dos. Es difícil recomendar uno de mis libros», dijo cuando alguien le pidió un título preferente.
Y también tuvo un momento para hilar la vieja relación entre literatura y música, algo que, en su caso, se consolida con el premio «Príncipe de Asturias» de las Letras: «No es un proceso ordenado; no es que uno se plantee un texto y una música», explicó con otras palabras: «Trabajamos en el fondo de la oscuridad y es un proceso muy desordenado. Estas cosas proceden de las experiencias que no puedes penetrar», sentenció el poeta.
Los homenajes a Cohen
Niall Binns y Fernando Beltrán ofrecerán hoy (11 horas) en el salón de actos del campus de Humanidades, en Oviedo, el recital de poesía «Viajar a ciegas». A las 12.30, Leonard Cohen inaugurará en el Aulario A del mismo campus una exposición de grabados. Los grupos de pop/rock que se criaron en el campus del Milán en los noventa -«Manta Ray», «Nosoträsh», «Australian Blonde» y «Stormy Mondays», entre otros- cantan al canadiense en el Paraninfo (21.30 horas). Varios poetas asturianos participan en una lectura poética de la obra de Cohen (19 horas) en la Biblioteca Asturias.
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