La plantilla lleva meses esperando una respuesta del Gobierno regional

El hotel de la Reconquista, al asumir Meliá su gestión, iba encaminado a formar parte del grupo de establecimientos que integran la élite de la cadena, los Gran Meliá, pero esta proyección nunca se hizo realidad. Desde 2008, los precios han descendido notablemente «por un ajuste de tarifas», asegura Ramón Braña. Esta medida no ha recibido el beneplácito de los trabajadores, que, aunque asumen debido a la crisis una bajada moderada de los precios, consideran que, «si se ofrece calidad, servicio y buenas instalaciones, siempre hay clientes dispuestos a pagar unas tarifas más elevadas que las de otros establecimientos del entorno.

Los trabajadores critican la gestión que lleva a cabo Meliá ya que consideran que se está poniendo en peligro el prestigio del hotel al igual que los puestos de trabajo. Y así lo han manifestado en una carta que enviaron a Javier Fernández y en la que le solicitaban una entrevista que nunca llegó a celebrarse. Anteriormente habían dirigido otra misiva a Francisco Álvarez-Cascos y recibieron, dicen, la callada por respuesta. Igualmente, apuntan, pusieron sus inquietudes en conocimiento de la gerencia, que aseguró que es un asunto de la presidencia. Entre unos y otros, manifiestan, se sienten «impotentes». Mientras tanto negocian el convenio colectivo sin la exigencia de una subida salarial. «A Meliá sólo le interesa facturar», resaltan.