Los Príncipes escuchan problemas en unas audiencias marcadas por un año de escasez

-Alteza, si hay hueco laboral en la Zarzuela, avíseme.

Fue el ofrecimiento que le hizo al Príncipe de Asturias uno de los premios fin de carrera de la Universidad de Oviedo, que fueron recibidos ayer por don Felipe y doña Letizia en las tradicionales audiencias de los Príncipes previas a la jornada de entrega de los premios.

A la salida de la audiencia, algunos de sus compañeros le dijeron eso de «qué buena la broma», pero Carlos Fernández Loredo insistía:

-Que no fue broma, que se lo dije en serio.

Carlos es de Nava y licenciado en Historia e hizo el CAP -curso de capacitación para la Enseñanza Secundaria-. «Estoy sin perspectiva de trabajo, así que aproveché».

-¿Y qué le contestó el Príncipe Felipe?

-Me pidió los datos.

Los tiempos están de capa caída y algunos aprovecharon la ocasión para recordárselo a los Príncipes.

Lo hicieron los miembros de la Fundación Centro Español de Solidaridad del Principado (CESPA), promotora del programa Proyecto Hombre, iniciativa que cumple 25 años. Su impulsor, Luis Manuel Flórez, teme «un descalabro económico» en una institución que atiende a más de 400 personas «y con bastantes menos recursos, que seguro que serán menos en 2013».

Y lo hizo la presidenta de la asociación Nuevo Futuro, Ana Álvarez Escudero: «Llevamos sin cobrar las subvenciones desde abril y no sé si vamos a poder seguir. Tenemos diecisiete niños, que desayunan, comen, cenan, duermen y estudian. Y no hay dinero ni para alimentarlos».

Ana Escudero agradeció el interés de don Felipe y doña Letizia. «Los Príncipes han sido cordiales y comprensivos, hablar con ellos ha sido todo un respiro», pero se despachó a gusto con la Administración regional: «En nuestros pisos viven los niños que ellos nos traen, no los hijos de nuestros amigos. El Principado nos exige al máximo, pero nos paga la mitad que a otras asociaciones. La situación es extrema».

Los Príncipes «escuchan» y «alientan», dos verbos que se repitieron durante toda la jornada en el hotel de la Reconquista a la salida de las audiencias. Los primeros en ser recibidos por los príncipes fueron las medallas del Principado de Asturias de este año. Y allí estaba Elena Prendes, la viuda del ex presidente del Principado, Sergio Marqués, medalla de oro a título póstumo. La acompañó su hija Elena: «Quisimos manifestar hoy ante los Príncipes nuestro agradecimiento infinito al Gobierno asturiano y a su presidente, Javier Fernández. El valor que tuvo para nuestra familia esta medalla es inmenso».

Allí estaban también la artesana quesera Marigel Álvarez, el empresario asturiano en México Antonio Suárez Gutiérrez, quien anunció la firma anteayer para la construcción en Asturias de un tercer buque pesquero para sus industrias, el atleta gijonés José Manuel González, «Santa», que tiene toda una colección de medallas mundialistas y paralímpicas, y el colectivo de carteros rurales. Habló con los periodistas uno de ellos, Esperanza Reimonde, de Taramundi. Todos los días se hace «115 kilómetros, carretera arriba y carretera abajo».

Fueron unas audiencias marcadas por los resortes de apoyo y solidaridad frente a la crisis. De los ocho grupos elegidos este año, cuatro están directamente implicados. Junto a Nuevo Futuro y CESPA hubo encuentro con la Fundación Banco de Alimentos de Asturias. Curiosamente, la audiencia estaba solicitada mucho antes de que a la Federación de Bancos de Alimentos de España se le concediera el premio «Príncipe de Asturias» de la Concordia. Y también fue recibido el Comité Autonómico de la Cruz Roja en Asturias.

Celia Fernández, presidenta regional, y José Luis Carmona, presidente de la asamblea local de Gijón, salieron felices: «Los Príncipes valoran la capacidad y la profesionalidad de Cruz Roja para cubrir todas las áreas de ayuda». Y salieron preocupados por la situación: «En España comienzan a convivir el Primer y el Tercer Mundo. Coches de lujo y gente que no tiene ni para cenar».

La jornada finalizó con una audiencia muy especial, a la Brigada de Salvamento Minero, que este año cumple su centenario, una representación de los veinticuatro profesionales que componen este grupo, «preparado para trabajar en condiciones extremas y del que nos sentimos muy orgullosos», señaló la presidenta de Hunosa, Teresa Mallada. El brigadista José Ignacio Rodríguez habló de cómo era el día a día del grupo, precisamente una de las preguntas que les formularon los Príncipes. «Un mes en la estación, con sede en el Pozu Fondón, en Sama, y otro mes en la mina» para no perder la costumbre y estar al cien por cien.

Las audiencias se completaron con la representación del Club de Empresas Oviedo Congresos. Su vicepresidente, Iñaki Espinosa, explicó a los Príncipes los proyectos de ese centenar de empresas asociadas que defienden la alternativa asturiana como sede congresual «no sólo para que la gente venga, sino para que además repita».

La audiencia más numerosa fue la de los premios fin de carrera, más de cincuenta jóvenes bien formados que acabaron sus estudios universitarios en Asturias y que no tuvieron ningún reparo en preguntar a los Príncipes por su futuro profesional -el de los jóvenes, se entiende-. El Príncipe Felipe los animó a seguir formándose para aprovechar las oportunidades futuras.

Ellos y ellas, vestidos como para una boda, se desparramaron minutos después por el hotel de la Reconquista, cámara en mano, para inmortalizar la ocasión. Por allí andaba Shigeru Miyamoto, premio «Príncipe de Asturias» de Comunicación y Humanidades, haciéndose fotos también con admiradores varios.

Y entre tanto joven el ejemplo de Carlos Sánchez García, el primer presidente del patronato de CESPA en 1987. Iba en silla de ruedas, guiada por Luis Manuel Flórez, «Floro», de Proyecto Hombre.

Carlos Sánchez va a cumplir el 4 de noviembre 101 años y los Príncipes lo saludaron muy efusivamente.

-¿Y qué le dijeron?

-La Princesa Letizia me preguntó cuál era la receta para llegar a esta edad.

-¿Y qué le contestó?

-Pues trabajar mucho. Yo lo hice toda mi vida. Y aquí estoy.