La victoria de la normalidad

El origen del galardón hay que buscarlo en abril de 1999. La selección juvenil española lograba en tierras nigeriana el primer campeonato del mundo de la historia del fútbol patrio. En África, en medio de una organización caótica, hoteles que se desmoronaban y el aislamiento total, dos chavales comenzaron a forjar una amistad que mantendrían a lo largo de los años.

A Xavi Hernández (Tarrasa, 1980) se le tenía como uno de los pesos pesados del vestuario. Aplicado centrocampista, su paso por la cantera azulgrana le daba una madurez impropia a su edad. Iker Casillas (Madrid, 1981) era el benjamín del grupo, razón por la que tuvo que ceder el puesto de titular en la mayoría de los partidos a su compañero Aranzubia. 13 años después de la gesta en Nigeria, los dos futbolistas aglutinan títulos y galardones mundiales al mismo ritmo que el reconocimiento común a unos valores desconocidos en muchos de sus compañeros y rivales. 13 años después de la aventura africana, Iker y Xavi han sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias.

«El Jurado considera que estos jugadores simbolizan los valores de la amistad y el compañerismo más allá de la máxima rivalidad de sus respectivos equipos». A las doce del mediodía, Arancha Sánchez Vicario, en su papel de presidenta del Jurado, hizo oficial ante las cámaras lo que se sabía desde una hora antes: la candidatura de los futbolistas se había impuesto a la del comité paraolímpico en la última ronda. «Su comportamiento deportivo es un modelo para los jóvenes. Son ejemplo de juego limpio admirado por todos», añadió Sánchez Vicario.

La votación de los 19 miembros del Jurado había arrojado una estrecha victoria para Casillas y Xavi. Los encargados de la deliberación, reunidos desde las 10 de la mañana en el Hotel de La Reconquista, decidieron por 11 votos a 7 que los futbolistas se impusieran al Comité Internacional Paraolímpico en la votación final. En la deliberación, Miguel Carballeda, presidente del comité Paralímpico español, se abstuvo como ya había hecho en las anteriores rondas.

Uno de los argumentos que más pesó a la hora de tomar la decisión fue el origen de la propuesta. La candidatura de Iker Casillas y Xavi Hernández llegó a las mesas de la Fundación de la mano de Joseph Blatter, presidente de la FIFA. La dimensión internacional del galardón quedaba probada con su padrino, independientemente del origen español de los dos jugadores propuestos, según el planteamiento del Jurado.

Tampoco pesó a la hora de la verdad el hecho de que la selección española de fútbol ya hubiera sido galardonada en 2010, tras la conquista del Mundial. Para los votantes, el nombramiento de este año pretende ensalzar unos valores diferentes a los exaltados entonces. El nivel de competitividad que han alcanzado en los últimos años los duelos entre Madrid y Barcelona apenas ha alterado la relación de amistad que los dos futbolistas llevan forjando desde su experiencia en Nigeria.

Iker Casillas y Xavi Hernández suceden en el galardón al atleta Haile Gebrselassie, el penúltimo ganador de una larga lista que incluye personalidades del deporte mundial de la talla de Sebastian Coen, Sergei Bubka, Miguel Indurain, Hicham El Guerrouj o Yelena Isinbayeva.

El 26 de octubre los dos futbolistas recogerán el galardón en el Teatro Campoamor junto al resto de los ganadores. Lo harán haciendo gala de una amistad inusual en un mundo tan competitivo. El Jurado ha decidido esta vez premiar a la normalidad como ejemplo para los jóvenes.