Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti
Premiados:
El jurado distingue el descubrimiento de la regeneración neuronal en adultos, que abre vías prometedoras para el tratamiento de enfermedades como el alzhéimer y el párkinson
La ruptura de uno de los grandes paradigmas de la ciencia médica, según el cual las neuronas son las únicas células del organismo adulto que no se regeneran, fue distinguida ayer con el premio «Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
El galardón recayó en tres neurobiólogos de referencia mundial, entre ellos el mexicano de raíces asturianas Arturo Álvarez-Buylla, profesor de la Universidad de California en San Francisco (EE UU). Los otros galardonados son el estadounidense Joseph Altman y Giacomo Rizzolatti, italiano aunque nacido en Kiev. El jurado los considera artífices del «descubrimiento de la regeneración de neuronas en cerebros adultos -un proceso conocido como neurogénesis- y las neuronas espejo».
El jurado estuvo presidido por el cirujano y catedrático Enrique Moreno. En su acta, subraya que los descubrimientos de estos tres investigadores figuran «entre los hallazgos más importantes de la neurobiología, cambiando nuestra forma de entender el cerebro, desde los tiempos del profesor Santiago Ramón y Cajal». Ya en el plano de las posibles aplicaciones, el fallo agrega que «estas investigaciones abren nuevos caminos para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer y el párkinson, así como para la comprensión y posible tratamiento del autismo».
Con este galardón, las investigaciones sobre el cerebro se consolidan como objeto del máximo interés científico y social. El año pasado, el «Príncipe» de Investigación recayó en otros tres neurocientíficos -David Julius, Linda Watkins y Baruch Minke- por sus trabajos en la comprensión de las bases del dolor y el tratamiento del mismo. El paleontólogo Juan Luis Arsuaga, miembro del jurado, atribuyó esta reiteración a que el conocimiento del cerebro humano está «en mantillas» y es un reto para «los próximos milenios».
A juicio del catedrático de microbiología César Nombela, también integrante del jurado, las investigaciones premiadas remiten a los trabajos y geniales intuiciones de Ramón y Cajal y ponen de relieve que determinados mecanismos de neurogénesis son específicos del ser humano. Nombela destacó que parte de los trabajos de Arturo Álvarez-Buylla han sido llevados a cabo en colaboración con el grupo de José Manuel García Verdugo, catedrático de Biología Celular de la Universidad de Valencia.
La candidatura ganadora había recibido el apoyo de Ricardo Miledi, premio «Príncipe» de Investigación en 1999, y por Paul Greengard, Premio Nobel de Medicina en el año 2000. El divulgador científico, ex ministro y miembro del jurado Eduard Punset indicó que «la plasticidad cerebral» muestra que las personas siempre pueden cambiar. A juicio de Enrique Moreno, la concesión del galardón confirma que «la vida no radica en el corazón, sino en el cerebro».
El premio de Investigación es el cuarto que se falla este año, tras los de Comunicación y Humanidades, que recayó en la Royal Society británica; el de Ciencias Sociales, que correspondió al psicólogo estadounidense Howard Gardner, y el de las Artes, que galardonó al director de orquesta italiano Riccardo Muti. Los ochos premios «Príncipe de Asturias», dotados con 50.000 euros cada uno, serán entregados por don Felipe de Borbón el próximo mes de octubre en Oviedo.
Álvarez-Buylla augura una nueva etapa en la comprensión del cerebro
El científico de origen asturiano ha sido galardonado, junto a los también neurobiólogos Joseph Altman y Giacomo Rizzolatti, con el premio de Investigación Científica y Técnica
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Los Álvarez-Buylla se reúnen en Asturias
Más de un centenar de miembros de esta familia celebran hoy en Siero una cena a la que asistirá el premio «Príncipe»
«El ejercicio ayuda al sistema nervioso, a la secreción de neurotrofinas y la conectividad»
«Hay que crear un buen ambiente para que científicos españoles y no españoles trabajen aquí» - «Oviedo es casa ajena porque no crecí aquí, pero siempre Asturias ha estado presente en mi familia»
«Es un gran honor haber recibido el Premio Príncipe de Asturias. Estoy particularmente agradecido porque lo considero un gran reconocimiento no solo a mi persona, sino a la Neurociencia italiana en su conjunto, en un período en el que sus logros fundamentales a menudo parecen ser descuidados e incluso negados por los responsables de Educación y Ciencia en Italia».
Giacomo Rizzolatti
Washington, 26 de mayo de 2011
«Estoy muy feliz y me siento enormemente honrado de incorporarme a la nómina de distinguidos científicos que han sido galardonados con este prestigioso premio, tanto en el pasado como este año. Quisiera dar las gracias a los miembros de la comunidad científica que propusieron mi candidatura y a los del Jurado por su decisión de este año».
Joseph Altman
Florida, 25 de mayo de 2011
«¡Que emoción e ilusión recibir esta gran noticia y pensar en ir por la maravillosa Asturias en otoño a recibir este galardón! Es para mí un gran honor el que nuestro trabajo, que apenas considero empieza a desenredar los secretos de cómo se forman las nuevas células nerviosas en el cerebro adulto, haya recibo este gran reconocimiento. Desde que recibí la noticia esta mañana, no hago más que pensar en mis maestros, colaboradores y sobre todo estudiantes que han hecho posible el espacio de colaboración y descubrimientos. La noticia también me trae profundos recuerdos de mi padre (Ramón Álvarez-Buylla) y mi abuelo (Wenceslao Roces), ambos asturianos, que crearon en mí esta pasión por la ciencia y la cultura. Es para mí un grandísimo honor compartir este Premio con colegas tan ilustres, que admiro y respeto. Agradezco enormemente a esta querida provincia, a España y al Jurado del Premio Príncipe de Asturias el que me hayan hecho merecedor de este reconocimiento».
Arturo Álvarez-Buylla
San Francisco, 25 de mayo de 2011